En un parque de Estados Unidos, en lo que parecen los años 40, un grupo de roedores intentan recaudar suficiente alimento para sobrevivir en el invierno; pero Surly, una ardilla solitaria y egoísta quien sólo tolera la compañía de una rata, tiene el mismo objetivo, y está dispuesta a conseguirlo sin importarle a quiénes pueda afectar.
Ése es el inicio de Locos por las nueces, cinta animada totalmente enfocada al público infantil, y que maneja en paralelo dos robos: el de las ardillas por las semillas, y el de un grupo de mafiosos que quieren dejar vacía la caja fuerte de un banco.