El sitio arqueológico de Paquimé causa admiración por su antigüedad y su exotismo. Nos deja conocer una faceta del México Antiguo, un tanto menos famosa que las que nos ofrecen otras culturas prehispánicas. Definitivamente se justifica la inclusión de este yacimiento arqueológico por parte de la UNESCO, en su registro de Patrimonio de la Humanidad. Paquimé expone valiosa información acerca de ciertas culturas que surgieron en el territorio mexicano de hace siglos y que consiguieron un notable grado de desarrollo. En los párrafos siguientes mencionaremos más acerca del sitio arqueológico de Paquimé, en México, y su inclusión en la lista de patrimonio protegido de la UNESCO.
Paquimé representa el desarrollo más significativo de la zona mexicana conocida como Oasisamérica. Esta antigua ciudad se perfiló en su momento como un centro regional de notables dimensiones, que llegó a tener control sobre un vasto territorio. En este último se ubicaban asentamientos como Cueva de la Olla y Cuarenta Casas.
También denominada como Casas Grandes, la ciudad prehispánica de Paquimé tuvo una especial importancia en cierta red de comercio del México Antiguo, que no solo abarcaba regiones cercanas, sino que también llegaba hasta Mesoamérica. Paquimé también es interesante por su curiosa arquitectura de adobe. Llegó a tener una considerable población y fue proyectada de manera muy cuidadosa, tal y como lo deja ver la ubicación de sus edificios.
En su momento de mayor desarrollo contaba como 2 mil recintos, para vivienda, almacenamiento de víveres y talleres artesanales, distribuidos en conjuntos de diferentes dimensiones. Pero Paquimé también tenía templos, juegos de pelota, un completo sistema para distribuir agua y bodegas para el almacenamiento de guacamayas, pavos, agave y diferentes objetos de cobre y concha.
El apogeo de Paquimé se dio entre los años 1205 y 1261 d.C., cuando se edificaron montículos para fines ceremoniales y recintos de varios niveles. En este tiempo, el vínculo con Mesoamérica se hace más patente: se practica mucho el juego de pelota y se venera a algunas deidades del ámbito mesoamericano como Quetzalcóatl. Luego, de 1261 a 1340 d.C. Casas Grandes decayó notablemente, probablemente por conflictos interiores o por haberse enfrascado en disputas con otras comunidades. De cualquier manera un pequeño grupo de indígenas siguió habitando el lugar hasta que, aproximadamente en 1340 d.C., Paquimé fue incendiada y saqueada totalmente.
El sitio arqueológico de Paquimé, en el actual estado de Chihuahua, fue declarado como Patrimonio de la Humanidad el 2 de diciembre de 1998.