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Fin de semana de Exposición Darwin Apto para todas las especies
El Antiguo Colegio de San Ildefonso
Junio 15 – Septiembre 21 2014
La muestra más completa de especímenes, artefactos, manuscritos y objetos sobre el renombrado naturalista, Charles Darwin, quien, gracias a su curiosidad, observación y descubrimientos, formuló teorías que han significado un parteaguas en la percepción del origen y la naturaleza de las especies.
Con sus aportaciones, Darwin dio pie a los fundamentos de la biología moderna y su vigencia se ha visto enriquecida por el avance tecnológico. A través de experimentar las maravillas observadas por el científico inglés en su histórico viaje por Suramérica y las Islas Galápagos (1831–1836), comprenderemos en esta exhibición, cómo su controversial teoría de la selección natural permite explicarnos la existencia de la maravillosa diversidad de vida en la Tierra. Revelaciones que continúan guiando a científicos al aplicar los conceptos en el tratamiento de enfermedades como el SIDA, el Síndrome Respiratorio Agudo Severo, la gripa Aviar o el H1N1.
La exposición, repasa varias de las controversias que han surgido alrededor de su teoría y retoma la distinción, entre teorías científicas y no científicas, con las explicaciones teológicas sobre el origen de la vida.
Asumiendo como eje central la travesía que Charles Darwin trazó hacia el descubrimiento de la evolución por selección natural, la exposición Darwin da cuenta del rico sendero documental sobre todo lo que observó el científico inglés en su viaje por Suramérica y las Islas Galápagos, como naturalista del navío HMS Beagle; también sobre cómo llegó a la conclusión de que la vida ha evolucionado, cómo descubrió la selección natural y sobre cómo se convirtió en un biólogo evolutivo experimental, mientras vivía en la famosa Casa Down durante 40 años.
Animales vivos y plantas nos transportan a la sorprendente biodiversidad que Darwin encontró durante sus estudios. Conoceremos a las tortugas de Galápagos y usaremos una lupa, que subraya la importancia de la observación en la ciencia: como el trabajo de Charles Darwin se llevó a cabo a mediados del siglo XIX, nunca contó con un laboratorio sofisticado ni con equipos costosos; ni siquiera con electricidad.
Sus herramientas, que incluían una lupa, eran simples. El mundo antes de Darwin no entendía que las similitudes en las estructuras esqueléticas —que se pueden ver con tanta claridad—, eran la clave de que las especies están relacionadas.
En parte, porque nadie podía explicar de forma convincente cómo funcionaba la evolución ¿Cómo se formaron algunas características distintivas a lo largo del tiempo? ¿Cómo podían surgir nuevas especies? Pocos naturalistas se hacían esas preguntas, la mayoría estaban cómodos con la visión dominante de que cada especie resultaba de un acto especial de un Creador.
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