El Imperial
11 de septiembre, 2014 a las 22:00 hrs
¿Apoco no de los viajes, a veces, salen las mejores cosas? Conocer nuevos lugares siempre será interesante, y el cambio de aires, en muchas ocasiones, sirve como un catalizador de emociones y acciones que, estando en el mismo ambiente de siempre, jamás habríamos experimentado.
Justo así empezó Espumas y Terciopelo. En un viaje a Chiapas en el que, después de acudir a un diplomado, Memo Andrés y Maricha Elizundia pensaron que estaría chido quedarse en la aventura chiapaneca. Sin trabajo, salieron a bares locales a ver si podían tocar como músicos de planta —pues ambos han tenido a la música como compañera toda la vida. No les dieron el trabajo fijo, pero sí los dejaron tocar de vez en cuando. Así conquistaron a turistas y locales que disfrutaban de su folkcito agradable.
Así comenzó el viaje en el que Espumas y Terciopelo se ha desenvuelto. Siempre con un tono lúdico, rescatando las canciones que escuchaban en casa de sus abuelos, dándoles un toque actual que combina muy bien con la nostalgia de antaño.
Una noche perfecta para ir de manita sudada y derretirse entre caramelos, baleros y canicas.